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El cancer es una de las enfermedades más graves que aquejan a la humanidad y causan gran dolor y sufrimiento tanto a quienes lo sufren como a sus seres queridos. El tratamiento para el cancer ha avanzado mucho y con los tratamientos clínicos adecuados han mejorado las expectativas de curación de muchos tipos de cancer. Además de los tratamientos clínicos cada vez más pacientes recurren al Mindfulness para afrontar el cancer, dadas sus cualidades para ayudar a los pacientes a sobrellevar el dolor, el cansancio, los problemas de sueño, las nauseas y la alta presión sanguinea. Organizaciones tan prestigiosas como Cancer Research UK han realizado extensos estudios sobre el tema.
El programa de Reducción de Estrés Basado en Mindfulness (Mindfulness Based Stress Reduction, o MBSR) es un programa de 8 semanas que enseña meditación Mindfulness para incrementar la resiliencia y el bienestar. Muchos hospitales ofrecen este tipo de programa, desarrollado en América por Jon Kabat-Zinn. El programa MBSR incluye:
Un tipo de MBSR es la Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (MBCT).
Durante los últimos 20 años numerosos estudios clínicos han estudiado la meditación como un medio de reducir el estrés físico y mental. Una parte importante de la investigación se ha centrado en MBSR (Reducció de Estrés Basada en Mindfulness). Diferentes ensayos clínicos han mostrado que la meditación puede reducir la ansiedad, la depresión, el agotamiento, el dolor crónico y los problemas de sueño. También puede ayudar a reducir la presión arterial y otros síntomas.
Diferentes estudios demuestran el incremento de la calidad de vida en los pacientes de cáncer que practican mindfulness. Entre otros logros se ha demostrado que Mindfulness:
Sin embargo no existen evidencias de que mindfulness pueda prevenir, tratar o curar el cancer, por lo que nunca debe considerarse un sustitutivo de las terapias clínicas convencionales. En un estudio de 2005 revisó los resultados de la práctica de meditación por pacientes sometidos a radioterapia y quimioterapia y concluyó que la práctica les ayudaba a sentirse más positivos y optimistas y a reducir efectos secundarios del tratamiento como la ansiedad y las náuseas. Numerosos estudios por prestigiosas instituciones en Holanda, Japón, Estados Unidos y Canadá han obtenido resultados en la mima linea.
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